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AnaMendoza

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sábado, abril 06, 2013

Amélie




Cuando Jean-Pierre Jeunet estrenó, hace una década, su cuarta película como director (segunda en solitario, ya había hecho Alien Resurrección) tras codirigir con Marc Caro Delicatessen y La ciudad de los niños perdidos, nunca imaginó que su destino, como el de su protagonista, también sería fabuloso. Y es que el éxito de Amélie (Le fabuleux destin d'Amélie Poulain en el original) ha traspasado lo puramente cinematográfico para: 1) Convertirse en paradigma de lo que el gusto popular concibe como cine francés(o, incluso, “lo francés”), 2) configurar la imagen que, a día de hoy, sobre la capital francesa habita en el imaginario colectivo, y 3) erigirse como fenómeno de culto con una legión de fans en todo el mundo que se sienten tan solos como su heroína, quieren hacer felices a los demás e imaginan que Yann Tiersen pone la exquisita banda sonora de sus vidas. Si Amélie cambió  la tuya –tal y como rezaba la frase de los carteles– no dejes de leer lo que viene a continuación: 10 cosas que (probablemente) no sabías de Amélie.

1) El papel de Amélie fue escrito para Emily Watson

Jeunet quedó tan sorprendido al ver a la actriz británica en Rompiendo las olas (1996), de Lars Von Trier, que escribió el guion pensando en ella. La primera versión, de hecho, se titulaba Emily (en posteriores versiones se barajaron títulos como Amélie des Abesses). Watson hizo varias pruebas con Jeunet, pero un día le llamó para decirle que finalmente no la haría. ¿Las razones? Su francés no era muy bueno, no quería estar lejos de casa tanto tiempo y ya se había comprometido para estar en Gosford Park (2001).Poco después Jeunet convocó un casting y encontró a Audrey Tautou. Cuenta que, al verla, tuvo que esconderse para ocultar sus lágrimas de emoción. ¡Era ella!

2) Fue menospreciada por el Festival de Cannes

Ante la buena acogida que la película había tenido en una proyección que hizo con público, Jeunet decidió enseñársela al todopoderoso director del Festival de Cannes, Gilles Jacob, con el fin de que la seleccionaran para concursar en la sección oficial. Las palabras de la autoridad no se hicieron esperar:“La película no es interesante. Tiene talento, pero se equivocó de tema”. Ante esto, decidieron no presentarla, lo que causó la indignación de la prensa. “Todo el mundo le exigía explicaciones a Jacob.Libération puso el grito en el cielo. Y casi todos los días salían tiras de humor en Le Film Français que hacían chistes sobre su error”, recuerda Jeunet.

3) La cafetería donde trabaja Amélie se ha hecho tan famosa como la Torre Eiffel

Antes de que Jean-Pierret se fijara en el café Des deux Moulins (que está justo enfrente de su casa) como lugar en el que trabaja Amélie su dueño quería venderlo y jubilarse porque estaba harto. Ahora, sin embargo, está encantado gracias al incesante goteo de turistas de todo el mundo que se acercan para hacerle una foto a su reconocible fachada. El café, situado en el número 15 de la rue Lepic del barrio de Monmartre, conserva los neones del techo y la característica puerta del baño. No busquen el estanco desde el que la hipocondriaca Georgette se enamoraba del controlador Joseph ni el cristal en el que Amélie escribía el menú diario.

4) Audrey Tautou hace fotos a todos los que la entrevistan

Como si la propia Amélie Poulain se tratara, al terminar cada entrevista una juguetona Audrey Tautou le pregunta con su boquita de piñón al periodista de turno si le puede hacer una foto con una antigua Leicaque siempre lleva consigo. El que esto escribe da fe de ello. Ante esto, no nos cuesta imaginarnos a la actriz ojeando un álbum con todas sus fotos en un apartamento de Montmartre en el que, de repente, los animales de los cuadros de Michael Sowa cobran vida. ¿Es o no es Amélie? ¿Ganas de despistar?

5) El dueño de la frutería sacó un disco (entre otras cosas)

En la película el dueño de la frutería en la que compraba Amélie era un malhumorado y abusador frutero llamado Collignon. En la vida real es un simpático argelino llamado Alí que vio el rodaje como una oportunidad para reflotar su negocio y, de paso, sacar un disco. Alí decidió conservar el decorado de la película, puso flores, figuritas de animales, gnomos de jardín y, ¡voilá!, su vida cambió. Además de comprar fruta, cualquiera que se pase por el número 56 de la rue Trois Frères podrá ver las polaroids del enanito viajero de Amélie y adquirir, entre otras cosas, pósters y postales.  

6) La película y su director fueron tachados de fascistas

Tal y como cuenta Jeunet en los extras del dvd de Amélie, el filme tuvo 450 críticas positivas y solo 6 negativas. Todo un triunfo. Lo malo fue que al poco tiempo de su inesperado éxito saltó la polémica cuando el diario Libération publicó un artículo en el que se afirmaba que Amélie era una película de extrema derecha. “Este periodista que no merece ser nombrado suele anatemizar todo lo que hago” aclara Jeunet. “Según él La ciudad de los niños perdidos olia a calcetín sucio. Y si Alien Resurrección no era tan mala era porque los norteamericanos me enseñaron. Esta vez fue delirante”. Y prosigue: “Según élAmélie reflejaba una Francia nauseabunda, era un videoclip a mayor gloria de Le Pen, un filme fascista. También dijo que hablaba de limpieza étnica porque no aparece ningún árabe ni ningún negro”. Él, por si acaso, se ha cubierto las espaldas y en su última película, Mimacs (que aquí se estrena, con dos años de retraso, el 17 de junio), saca a personajes de color.

7) El canal donde Amélie lanza piedras es el 'botellódromo' de París

El lugar en el que Amélie rebota guijarros contra el río cuando está triste o estresada es el Canal de Saint-Martin, que empieza en la Plaza de Stalingrado y acaba en la Bastilla. En verano, al caer la noche, los jóvenes de la capital francesa se reúnen en sus orillas para comer queso con uvas y beber champán. La sofisticada alternativa parisina a nuestro calimochero botellón.

8) Amélie es en realidad una psicótica por diagnosticar

Si sentáramos a Amélie en un diván cualquier especialista nos diría que bajo su (aparente) candidez y buenrollismo lo que en realidad de esconde es una personalidad psicótica. Como Léolo, el mítico personaje creado por Jean-Claude Lauzon, Amélie tiene una madre castradora, extrema apatía social y una peligrosa tendencia al delirio, ejemplarizada en ese perverso juego en el que embauca al pobre Nino Quincampoix. Síntomas todos ellos de una psicótica en potencia.

9) ¿La película más plagiada de la década?

La influencia del filme de Jean Pierre-Jeunet ha sido capital en el diseño, la moda, la música y, sobre todo, el audiovisual. Películas como Quiéreme si te atreves (2003) o Semen: una historia de amor (2005) y cortos como Ana y Manuel, del español Manu Calvo, han bebido directamente de ella. También numerosos anuncios (sobre todo de obra social de cajas de ahorros o este de Pavofrío que puedes ver en el vídeo) que han copiado descaradamente las melodías de Yann Tiersen. El caso más flagrante fue una campaña de la Agencia Tributaria que hacía gala de su inspiración. En 2003 la cantante francesa Alizée grabó una canción titulada Amélie m´dit que era un claro homenaje al hada de Montmartre.

10) El equipo se reunió para celebrar su 10º aniversario

Para conmemorar el decimo aniversario del estreno de la película se organizó ayer, 31 de mayo, una proyección en pantalla grande en el barrio de Montmartre con presencia de los actores Audrey Tautou y Mathie Kassovitz, y el director Jean-Pierre Jeunet. Lo que se ha recaudado (las entradas costaban 20 euros) irá a una asociación que ayuda a las personas enfermas de corazón. La generosidad de Amélie sigue siendo inagotable diez años después.


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