Cuando Jean-Pierre
Jeunet estrenó, hace una década, su cuarta película como director (segunda
en solitario, ya había hecho Alien Resurrección) tras codirigir con
Marc Caro Delicatessen y La ciudad de los niños perdidos, nunca
imaginó que su destino, como el de su protagonista, también sería fabuloso. Y
es que el éxito de Amélie (Le fabuleux destin d'Amélie
Poulain en el original) ha traspasado lo puramente cinematográfico para:
1) Convertirse en paradigma de lo que el gusto popular concibe como cine
francés(o, incluso, “lo francés”), 2) configurar la imagen que, a día de hoy,
sobre la capital francesa habita en el imaginario colectivo, y 3) erigirse como
fenómeno de culto con una legión de fans en todo el mundo que se sienten tan
solos como su heroína, quieren hacer felices a los demás e imaginan
que Yann Tiersen pone la exquisita banda sonora de sus vidas.
Si Amélie cambió la tuya –tal y como rezaba la frase de los
carteles– no dejes de leer lo que viene a continuación: 10 cosas que
(probablemente) no sabías de Amélie.
1) El papel de
Amélie fue escrito para Emily Watson
Jeunet quedó tan
sorprendido al ver a la actriz británica en Rompiendo las
olas (1996), de Lars Von Trier, que escribió el guion pensando en
ella. La primera versión, de hecho, se titulaba Emily (en
posteriores versiones se barajaron títulos como Amélie des Abesses).
Watson hizo varias pruebas con Jeunet, pero un día le llamó para decirle que
finalmente no la haría. ¿Las razones? Su francés no era muy bueno, no
quería estar lejos de casa tanto tiempo y ya se había comprometido para estar
en Gosford Park (2001).Poco después Jeunet convocó un casting y
encontró a Audrey Tautou. Cuenta que, al verla, tuvo que esconderse para
ocultar sus lágrimas de emoción. ¡Era ella!
2) Fue menospreciada
por el Festival de Cannes
Ante la buena acogida que la película había tenido en
una proyección que hizo con público, Jeunet decidió enseñársela al todopoderoso
director del Festival de Cannes, Gilles Jacob, con el fin de que la
seleccionaran para concursar en la sección oficial. Las palabras de la
autoridad no se hicieron esperar:“La película no es interesante. Tiene talento,
pero se equivocó de tema”. Ante esto, decidieron no presentarla, lo que
causó la indignación de la prensa. “Todo el mundo le exigía explicaciones a
Jacob.Libération puso el grito en el cielo. Y casi todos los días salían
tiras de humor en Le Film Français que hacían chistes sobre su
error”, recuerda Jeunet.
3) La cafetería
donde trabaja Amélie se ha hecho tan famosa como la Torre Eiffel
Antes de que Jean-Pierret se fijara en el café Des deux Moulins (que está
justo enfrente de su casa) como lugar en el que trabaja Amélie su dueño quería
venderlo y jubilarse porque estaba harto. Ahora, sin embargo, está encantado
gracias al incesante goteo de turistas de todo el mundo que se acercan para
hacerle una foto a su reconocible fachada. El café, situado en el número 15 de
la rue Lepic del barrio de Monmartre, conserva los neones del techo y la
característica puerta del baño. No busquen el estanco desde el que la
hipocondriaca Georgette se enamoraba del controlador Joseph ni el cristal en el
que Amélie escribía el menú diario.
4) Audrey
Tautou hace fotos a todos los que la entrevistan
Como si la propia Amélie Poulain
se tratara, al terminar cada entrevista una juguetona Audrey
Tautou le pregunta con su boquita de piñón al periodista de turno si le
puede hacer una foto con una antigua Leicaque siempre lleva consigo. El
que esto escribe da fe de ello. Ante esto, no nos cuesta imaginarnos a la
actriz ojeando un álbum con todas sus fotos en un apartamento
de Montmartre en el que, de repente, los animales de los cuadros
de Michael Sowa cobran
vida. ¿Es o no es Amélie? ¿Ganas de despistar?
5) El
dueño de la frutería sacó un disco (entre otras cosas)
En la película el dueño de la
frutería en la que compraba Amélie era un malhumorado y abusador frutero
llamado Collignon. En la vida real es un simpático argelino llamado Alí
que vio el rodaje como una oportunidad para reflotar su negocio y, de paso,
sacar un disco. Alí decidió conservar el decorado de la película, puso flores,
figuritas de animales, gnomos de jardín y, ¡voilá!, su vida cambió. Además de
comprar fruta, cualquiera que se pase por el número 56 de la rue Trois Frères
podrá ver las polaroids del enanito viajero de Amélie y adquirir,
entre otras cosas, pósters y postales.
6) La
película y su director fueron tachados de fascistas
Tal y como cuenta Jeunet en los
extras del dvd de Amélie, el filme tuvo 450 críticas positivas y
solo 6 negativas. Todo un triunfo. Lo malo fue que al poco tiempo de su
inesperado éxito saltó la polémica cuando el
diario Libération publicó un artículo en el que se afirmaba
que Amélie era una película de extrema derecha. “Este periodista
que no merece ser nombrado suele anatemizar todo lo que hago” aclara Jeunet.
“Según él La ciudad de los niños perdidos olia a calcetín sucio. Y
si Alien Resurrección no era tan mala era porque los norteamericanos
me enseñaron. Esta vez fue delirante”. Y prosigue: “Según
élAmélie reflejaba una Francia nauseabunda, era un videoclip a mayor
gloria de Le Pen, un filme fascista. También dijo que hablaba de limpieza
étnica porque no aparece ningún árabe ni ningún negro”. Él, por si acaso, se ha
cubierto las espaldas y en su última película, Mimacs (que aquí se
estrena, con dos años de retraso, el 17 de junio), saca a personajes de color.
7) El
canal donde Amélie lanza piedras es el 'botellódromo' de París
El lugar en el que Amélie rebota
guijarros contra el río cuando está triste o estresada es el Canal de
Saint-Martin, que empieza en la Plaza de Stalingrado y acaba en la
Bastilla. En verano, al caer la noche, los jóvenes de la capital francesa
se reúnen en sus orillas para comer queso con uvas y beber champán. La sofisticada alternativa parisina a nuestro calimochero botellón.
8) Amélie
es en realidad una psicótica por diagnosticar
Si sentáramos a Amélie en un
diván cualquier especialista nos diría que bajo su (aparente) candidez
y buenrollismo lo que en realidad de esconde es una personalidad
psicótica. Como Léolo, el mítico personaje creado por Jean-Claude
Lauzon, Amélie tiene una madre castradora, extrema apatía social y una
peligrosa tendencia al delirio, ejemplarizada en ese perverso juego en el que
embauca al pobre Nino Quincampoix. Síntomas todos ellos de una psicótica en
potencia.
9)
¿La película más plagiada de la década?
La influencia del filme de Jean
Pierre-Jeunet ha sido capital en el diseño, la moda, la música y, sobre
todo, el audiovisual. Películas como Quiéreme si te
atreves (2003) o Semen: una historia de amor (2005) y cortos
como Ana y Manuel, del español
Manu Calvo, han bebido directamente de ella. También numerosos anuncios (sobre
todo de obra social de cajas de ahorros o este de Pavofrío que puedes ver en el
vídeo) que han copiado descaradamente las melodías de Yann Tiersen. El
caso más flagrante fue una campaña de la Agencia Tributaria que hacía gala de
su inspiración. En 2003 la cantante francesa Alizée grabó una canción
titulada Amélie m´dit que era un
claro homenaje al hada de Montmartre.
10) El
equipo se reunió para celebrar su 10º aniversario
Para conmemorar el decimo
aniversario del estreno de la película se organizó ayer, 31 de mayo, una
proyección en pantalla grande en el barrio de Montmartre con
presencia de los actores Audrey Tautou y Mathie Kassovitz, y el
director Jean-Pierre Jeunet. Lo que se ha recaudado (las entradas
costaban 20 euros) irá a una asociación que ayuda
a las personas enfermas de corazón. La generosidad de Amélie sigue siendo inagotable diez años
después.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario