Alerta estoy de ser
sonrisa.
AnaMendoza
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lunes, febrero 19, 2018
Amar es urgente!
Sí, nos equivocábamos creyendo que el paso por el día era lo efímero, el agua que resbala por las hojas hasta hundirse en la tierra.
Sólo dura la efímero, esa estúpida planta que ignora la tortuga, esa blanda tortuga que tantea en la eternidad con ojos huecos, y el sonido sin música, la palabra sin canto, la cópula sin grito de agonía, las torres del maíz, los ciegos montes.
Nosotros, maniatados a una conciencia que es el tiempo, no nos movemos del terror y la delicia, y sus verdugos delicadamente nos arrancan los párpados para dejarnos ver sin tregua cómo crecen las plantas del balcón, cómo corren las nubes al futuro.
¿Qué quiere decir esto? Nada, una taza de té. No hay drama en el murmullo, y tú eres la silueta de papel que las tijeras van salvando de lo informe: oh vanidad de creer que se nace o se muere, cuando lo único real es el hueco que queda en el papel, el golem que nos sigue sollozando en sueños y en olvido.
J. Cortázar
Taller de Arte Corporal y Estatuismo
Ana Mendoza Arte.
parola espacio
"… la mala tentación el poema que se asoma con cara de pobre y pide lástima humilde nunca busca otra cosa que arrinconarte una vez más…
la jaula se ha volado ¿qué haré ahora? con este miedo
Las
moradas del consuelo, la consagración de la inocencia, la alegría inadjetivable
del cuerpo.
A.P
Taller Arte/Acción
Práctica clase. Proyecciones
Marialbert Tarazona en la imagen
tu voz
en este no poder salirse las cosas
de mi mirada
ellas me desposeen
hacen de mí un barco sobre un río de piedras
si no es tu voz
lluvia sola en mi silencio de fiebres
tú me desatas los ojos
y por favor
que me hables
siempre
Taller Arte Corporal
Proyecciones
Modelo: Cynthia Storms
Teoría del caos (Tarot)
No eres tú la culpable de que tu poema hable de lo que no eres.
A.
Fotografía y Diseño: Ana Mendoza
Serie: Tarot teoría del caos
El colgado
miércoles, febrero 07, 2018
Compañero
Alguna vez, quizá con la magia de los vivos
tenías el corazón en un punto izquierdo de tu cuerpo.
Alguna vez teñí las nubes color limón
exprimí su textura y su fragancia, su exótica levedad
llegaste a ser india en el centro mi casa de sándalo y colores
vibrantes.
Alguna vez también creí que los aviones eran tan veloces
como tus ojos y la sonrisa de los niños que regresan de la escuela
algunas veces doy vuelta a la página como si nada importa más que yo.
Y vuelvo a recorrer una vez más el pensamiento
que en 1930 ni tu ni yo habíamos nacido,
no existían los tutoriales para hacer
la sopa
no sé dónde olvidé el manual de instrucciones
mientras cuelgo de árbol de limones en el pasillo del supermercado
predecible el vértigo queda en el imaginario
donde los duendes se espantan cuando le ladras a la luna
yo sigo en mi levitar de pinceles viejos
En mi isla yo, aplastándome bajo un ego de piano.
…Algunas ideas son mías otras me
llegan de su voz
Ana Mendoza
El gran golpe
Debí decir te amo.
Pero estaba el otoño haciendo
señas,
clavándome sus puertas en el
alma.
Juan Gelman
Cada golpe de amor es un amante libre
que rueda por la noche oscura cubriéndonos de cielo
nace y muere el mundo y yo mirando tus ojos que se acuestan/
sobre mi pecho de constelaciones tardías
clavadas en el espacio del
recuerdo.
Cada amor es un amante que libera
la oscura rueda por el centro del alma
nace y muere el mundo y yo desterrada en una vieja caja de cartón
como la humedad de la lluvia y moho lejano
que ya gastado vive en el rincón de la basura
Cada amor, que es recuerdo
vive por las calles de la clara luz
y las sombras
nace y muere el mundo un día cualquiera conspira la culpa
revela presuntamente a una rancia queja
que no se gasta el amor como pagar una penitencia.
Ana Mendoza
Ana Mendoza
Una mujer y un hombre 100 años antes de ser
Una mujer y un hombre han nacido de un inmaculado luminoso blanco
una mujer y un hombre mirándose al rostro sin memoria
cobijan sus almas de un leve fulgor de sonrisas y tinieblas
una mujer desnuda de pie se posa alada en las cavernas
del sueño del amante despierto
un hombre que duerme abre los ojos ve
todos los astros
en los ojos desiertos de aquella mujer que duerme con él
se escucha el eco fatigado de su respiración pulsando
sus manos se alcanzan a la distancia de los kilómetros
una mujer y un hombre se besan torpes pausado desesperados
corren sobre la pasión de los labios y los poros colmando de fuego
las llamas y las velas con una intensidad de centenas de caballos
salvajes
una mujer de seda y alas revolotea el aire y vuela
un hombre más bello que la noche del milagro nace
se ilumina una y otra vez perpetuando el sueño, penetrando la sangre
una mujer y un hombre que estallan y arden caminan de manos
sobre los cuerpos calcinando todo a su paso sin tiempo
…Cierra los ojos y respira su olor a madero y flor.
Ana Mendoza
Ana Mendoza
de playas sordas
La belleza convulsiva será
erótico-velada,
explosivo-fija, mágico-circunstancial,
o no será...
André Breton
...en el lugar donde las horas
marcan
con agujas sobre la piel
Acupuntura el tiempo sordo de ojos
dócilmente por instinto sopla al oído
tambor de agua vaivén de sus latidos
respira desde todos mis yo como una leyenda
que resuena sobre piedras de proa.
A veces me siento triste
y otras veces también.
Como una risa fragmentada
soy toda la tristeza muerta viviendo en mí
una y mil formas más
pliegan la ternura del espejo
casi oscuro en redondez
reconoce mi cuerpo de órbitas y
círculos
rocas y caídas que seducen volcanes
áridos de tantas luz
me vuelvo fuego y magma contra la muerte
mujer de todos los días mis manos se alargan
para alcanzarle en la lejanía de la mañana
me apego y resisto
los arboles de ramas conscientes
me sujetan con aroma del sexo taladrando
vástago, sobre vuelo la inmensidad
comisura por donde cierran sus labios.
en el aire sin ningún final
callada como flotando
no hay islas, no hay vida, no hay tierra
solo espacio de las esperanzas
viciado de clara luz
de estrellas.
Del espacio de la espera
Algunos días aúllan
cuando invoco a la Pizarnik y cierro los ojos para qué pase liquida a través de
mi cuerpo alegando nuestras dimensiones. De esta manera inconclusa donde
brillan las luces de los ojos y no me alcanzan sus manos. En el fondo de una
carta de amor que tocó alguna vez su alma de huesos quebrándose, así como tocar
la puerta que desafina en algunas circunstancias de terrones de caramelo y
colinas al pie de sus zapatos. Vuelvo a los cuentos donde la felicidad era
posible y me abandono en sus manos que susurran risas de niños perdidos en un
bosque donde apenas se entrevé el cielo y chispazos de luz.
Mientras la tarde cae
y anochece sobre todos los arboles de mis miedos, sueño que vienes, sueño que
vienes, sueño que vienes! Y me escondo para sorprender y arrojar el amor cerca
de un rincón de la vieja casa ya sin sombras,
grita el amor para que me veas, sin saber dónde estás, el amor te llama
con mi voz que se escapa del largo silencio que aturde a las piedras bajo la
tormenta. Incompletos y sin mirarnos hablamos de sus cosas y las mías.
Esperando el amanecer para vernos renacer siendo pequeñas olas de ternura otra
vez. Las manos del mundo nos acarician por encima de las sábanas el abrazo que
nos quita el frio, el miedo, tiembla con su corazón retumbando junto al mío que
canta y danza, que se adhiere a su mirada luminosa y mis ganas de tenerle cerca
sobre mis hombros y espalda cuando me besa hasta disolvernos las bocas del
fuego para ser por siempre pájaros de miel multiplicándonos sobre las ramas de
un gran árbol de los sueños donde algunos días aúllan cuando invoco a la
Pizarnik y cierros los ojos para que pase liquida a través de mi cuerpo
alargando nuestras dimensiones.
Ana Mendoza
Del espacio del espejo
Mi nariz en medio del
rostro, mis ojos de pestañas quemadas por las risas despiertan otra vez a la
misma hora de la sed, de la luz, del olvido,
de los días que no trascienden. Una pequeña piedra blanca envuelta en mi
mano, entre mis dedos se desliza siendo la capital de la luna y otros planetas
que gira por la órbita de todos sus ojos abiertos y cerrados. Tu risa que viene
con el eco se repite por todo el espacio rebotando en las paredes.
La memoria válgame
Dios, quiere plancharme la ropa con los ganchos sobre el ropero, y una
pequeña estrella de esas pintadas en la pared cambia de un lugar a otro y se
esconde cuando las cuento, jugando con tu risa y mi paciencia seca de caricias.
A mis ochenta años camino, pienso y tengo los recuerdos intactos, mis pinceles
son víctimas de viejas manías de mis primeros años de la infancia cuando abro
la mano escondo la piedra, y el pequeño árbol del jardín no es pequeño, los
perros siguen dormidos tras las puertas.
de Teoría del Caos de Ana Mendoza
2017
Hay un jardín en ella
y él está deslumbrado en ese jardín.
Florece entera para él, se estremecen, callan con
el mismo rumor”.
Roberto Fernández Retamar
y guardé la nota de la servilleta
donde escribiste apurado
en mala letra y negra tinta que
“no invente la palabra libertad ni un sol
rojo que se iguale en sus ojos”
esto que
se
parece
a
la palabra
guerra.
de
Teoría del Caos de Ana Mendoza 2017
Fotografía: Francesca Woodman
Fotografía: Francesca Woodman
Amor libera y cúrame
Mi corazón no quiere olvidar el discurso de la penumbra y la palabra fría
si libera mi corazón al vacío de
un espacio de tapas sobrantes en las gavetas
como el sueño de toda la espera
suave y transparente sus manos tocan
callando a la luna en el
papel tisú en donde no abrazan las palabras
No encuentro por dónde se va en
silencio, la distancia asustada
y los besos callados después
de hacernos el amor… lento
se arrinconan lejos de su boca
sin pronunciar palabras
permanecen silbando las monedas
en los bolsillos
me recuerda no castigar a los
niños que miran
para que el lunes no sufran de
mal de amor
porque de amor nadie
sufre los lunes.
de
Teoría del Caos de Ana Mendoza 2017
fotografía; Dara Scully
fotografía; Dara Scully
La historia de una leve muerte
En un confuso agujero
dentro de una pared que vibra
vive una muerte triste.
Su exasperada pregunta
es una travesía agonizante
ella es solo una muerte
cualquiera.
Cansada de ser vertiente de ojos
húmeda lame las botas de las bailarinas
de un café secreto bajo sus camas.
Quiere vivir a toda costa
vive a escondidas con miedo
tiene prohibido
jamás acercarse a la orilla.
El suicidio no es una puerta
florece en el amanecer muda
con un silencio y una risa de
penumbra
va haciendo un surco en el camino
ilusionando al abismo
se asoma por una de las ventanas
de las memoria más recóndita
que siempre asedia a los hombres
para que crean en la palabra paz.
de Teoría del Caos de Ana Mendoza
2017
fotografía: Dara Scully
si somos lluvia
Agonizo a punto de querer morir lentamente
encuéntranos amor que envejece la noche
y apunto de la salida del sol
somos un par de prófugos que huyen de la noche
de la luz del amanecer
del frio de las horas para no cerrar los ojos
y mirarnos despiertos cuando todo parece terminar
y para mi apenas comienza apresurada
la risa nos persigue y estallan las paredes
que hablan moribundas de luz
mientras amenazas que callen
que guarden el instante del fuego.
Untados de saliva de besos
soy un primitivo ser de instinto
que abre los ojos penetrando verticalmente
por las puntas de tu cabello
como líneas que escriben caligramas
y no puedo evitar sonreírme con ellas
y con todo el amor que no pasa en el tiempo.
Ahora que somos extraños
cuando soy con vos una.
Ana Mendoza
puerta coraza
Ella
sale a la oscuridad, acaso al olvido.
Cuando él regresa al cuarto, la encuentra echada en la
penumbra húmeda.
Nunca ha partido, nunca partirá.
Cuando él regresa al cuarto, la encuentra echada en la
penumbra húmeda.
Nunca ha partido, nunca partirá.
R.F.Retamar
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