El tiempo de la
ausencia debería revocarse como un derecho a respirar el mismo aire, uno se
cree libre cuando lee unos cuantos libros, cuando se enamora y encuentra el
amor que toda la vida buscó, no sé cual libre somos, uno atado siempre al otro,
uno vuela solo o de la mano del ser al que piensas siempre te amará
y estará contigo, yo renuncio a este vuelo de millones de años… de millones de
estrellas…de milésimas de segundos y de pasos y pasos a la par.
Me albergo dentro de un
cuerpo ya roído por los años, tanto querer ser feliz, feliz por un instante.
Apenas respiro, apenas…
vivo sumergida entre las tarifas de vuelo. Los bancos con sus respuestas…
cuales me animan siempre tan positivos. Qué ironía un comercial de tv...
Publicidad engañosa esta de los Bancos y las bancas solitarias de las plazas,
amor eterno de poetas decadentes que se niegan a la belleza de la luna.
La vida es esto, la
bella realidad de la vida no es otra cosa. Qué fácil pararse mal que
fácil parece quedarse de pie quieta cuando una bomba de tiempo ha dejado la
ciudad desierta, en llamas, cuando ha saltado contra la ternura del silencio.
Uno sale feliz y se da cuenta que allá afuera hay tantos amores frustrados.
Tropas de amores que fallecen cada día, y uno reza para no toparse con
ninguna. Almas en pena su buen momento, puede que uno esté en peligro frente a
tantos asesinos.
Tomé una báscula para
pesar las bolsas que llevo del lado del corazón, me duele el cuello porque el
corazón no duele, dicen los expertos en corazones y básculas, estoy
huérfana experiencia todo lo llevo en estos textos de apariencia
mágicos. No sé donde dejé los conjuros, las ramas, las escobas en
alguna otra vida de otros colores de cielo.
El reloj desiste al
tiempo con la ceja fruncida se ha mirado al espejo, inconsciente repica
para despertar, y vuelvo a la noche. Hoy no quiero levantarme. Me inunda una
tristeza fija de ojos móviles que cambio por expectativa.
Regreso al encanto de
aquella luna, que pasó tan rápido, la noche más rápida vivida. Cerré los ojos y
estabas dormido en mis sueños, los abrí y seguías dormido, los abrí, los cerré
y así perdí la cuenta…los cerré y cayo la claridad sobre nosotros, el alba… así
la llaman los poetas, esa cosa que ilumina para decirnos que es otro día. Abrí
los ojos y estabas dormido, yo los cerré y tú me hablaste.
Me hablás en sueños, me
hablás de lejos, me hablás como si la luna naciera de lagunas oscuras de azul
sempiterno, el planeta sigue dando vueltas y más vueltas, me marea
ya no vuelo, mi mano triste como todo de mi, se entreteje en una araña piraña
de un mar Caribe a lo lejos.
Viste el mar, brilla al
medio día, se ve desde lo alto, se ven como millones de luces encendidas.
Mientras la vida sigue su paso en un universo desconocido. Sólo
estrellas y galaxias se filtran por la ventanilla sin naves para viajar por
oscuridades. Las estrellas son desatinadas y breves para comportarse como niñas
buenas.
Esas oraciones de la
mañana. Cuando el chino de la quincallería gritaba y gritaba y yo pensaba en tu
poesía, en tu viaje, en tu despedida, y el gritaba mas y mas, impaciente,
indolente, porque me rehúso a comprar una cosa que no me sirve.
Amor de lámparas, de
luces de sol, mediodías que pican esto es poesía caminar con dolor de ausencia
cuando la ausencia duele tanto o más que tú.
Soy y seré uno contigo…
soy una anémona de las profundidades, una experta contorsionista
sobre una alambrada, como un primate que habla siempre del mismo tema de
la tarde. Mis manos todo lo pintan del mismo azul.
Cerrada y sin llave,
quedó pálida de verdes/mora, quieta de pasión de razonar cosas del corazón
quedo ya sin respuestas, la inteligencia y el juicio han salido de la noche y
no alcanzo a darle al blanco a una esperanza de bosque. Con la mente
del mismo color con el que intento solucionar el acertijo, de cómo, por qué y
cuándo, es que te amo, así como te amo.
Vacaciones a mi intento no hacer nada al lado de las nubes… y entiendo que uno es del color con el que se pinte el alma. Intentaré dormir sobre mis almohadas limpias de colores y atiborrada de sueños.
A.M.