Alerta estoy de ser
sonrisa.
AnaMendoza

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martes, agosto 26, 2008

Otro mundo sería…

Quien te ha dicho que yo,
me visto de niña buena,
me escondo de los vampiros,
que salgo con luna llena,
que uso piyamas de ositos
que si te miro me quedo quieta,
que si te observo te pienso en rosa,
sin lagrimas rotas y artimañas burdas,
que peleo por todo y por nada,
que de noche vuelo a oscuras,
que soy peor que las brujas,
y mis hechizos no tienen cura


Yo que odio las mascaras
La mentira y la injusticia
Yo que respiro el fuego
y no dejo ni las cenizas
yo que le temo al hielo y a la soledad
a palabras sucias y subidas de tono
al que carga y sobrecarga maletas de recuerdos
que se empapa de estrellitas las alas
y se seca con un rayito de sol
que no come chocolate
por si las moscas y las endorfinas,
por si viene la depre, salir corriendo
hasta isla negra
a despertar las musas.

Hoy no, no sé mañana
pero no quiero saber de hadas,
si las haditas existen o si existe la magia,
no quiero saberlo todo
si la salida está en neón
y visto eternamente de negro
si brillo en la penumbra
o mis ojos al encontrar los tuyos centellean
si tengo que inventar
las salidas y las entradas
sobre puentes colgantes o en marcha
sobre murallas chinas y lumpias
en viajes a la luna
o con la luna dormida.

A quien engaño si yo no puedo mentir
si me miras y me acorralas
y me vuelvo niña otra vez
y lo olvido todo, todo, todo
si me miras así
a quien engaño
Si vivo y existo en defensa
Y en honor
En nombre del amor
de almohadas desiertas
e insomnio y búhos
entre anclas y nudos
recorriendo el espacio
sobre elegantes nubes.

Otro mundo sería…

TE ESPERARÉ........... POR SI LLEGAS


No es igual
noche y penumbra
suave y serena
inocencia y oscura

a fusilar los sueños
y mandarlos al olvido
a vivir sin recuerdos
desojando el corazón

contaminar el aire
en un dulce instante
en que apenas respiras
muy cerca y veloz

no es igual
mirarte en silencio
romper los esquemas
gritando por dentro

y en estrepitosa huida
marcar la salida
con marchitas sonrisas
y excusas de lavabo

e infinita ternura
con que usas la intuición
removerte las espinas
en un zas y un soplido

calmando todos los latidos
que chispean luminosas
en un beso compasivo
tus ojos y pestañas.

Y sin embargo sigo esperando…


En resumen, caminas juiciosa
con la luna acuestas,
tras tus pasos esquiva silenciosa,
estrellita luminosa,
¿Quién guardas tus secretos?,
amantes y amores sin censura
pensativa vas otra vez,
regalando mil canciones aburridas,
el corazón en ruinas vagando,
en su pálida conciencia aturdida,
vas desnuda caminando
y todavía aun esperando,
que abras tus alas nocturnas,
que despiertes tus alas al alma,
que abras puertas y cerrojos,
candados y ventanas.

Tarde de lluvia


Con la lluvia vienen las musas, las horas perdidas, las palabras al viento, sin ton ni son. Tonadas grises metalizadas, sonatas frías de inviernos, melancólica armonía que me desvela el pensamiento, la pluma de cielos limpios y la ropa mojada con estos aguaceros, la humedad impregnada en el aire, ese olor añejo a tierra mojada, los pies helados sedientos de otros que caminen a la par, empiernarnos invadirnos de deseo, mal trecho el pudor.

Me abandono y emprendo el vuelo sagaz, y escribo cartas de amor indefinidas, cartas que nunca entrego, cartas a quien el azar y la luna en una burbuja guardaron el corazón.

Sin nada que perder, la agonía vislumbra el frenesí poético de siempre o nunca, cuando te quedas clandestino, o te pierdes hecho sombra.

Como una vil canción de cuna de esas que nos perturban el sueño, bizarra y vacía así te das a la fuga, como si mutaras mi vergüenza y confinaras mis dudas.

No te queda más belleza que entreabrir los labios y la espera, bienvenido ese roce que consume y distrae, llevándonos hacia otro mundo.

viernes, agosto 15, 2008

Una Mañana



Sacudir y abrirte al mundo
despertar las fisuras del alma y lo profundo
Con los ojos aun cerrados
Piensas y te inunda.

¿Escribirá para mi?

…Como todos los días
tu doble vida
lo que creas
y lo que piensas

En invierno pleno
de tu cuerpo blanco
desamparado
Llanuras desiertas
de silencios muertos

Mientras las horas se adueñan

y no hay tiempo

Para volver a ti

Solo espacio y espera.

Tarde de Polillas

Si no fueras tú,
Que cosa más extraña,
Serias…
Que largo e interminable adefesio, tu
En la nebulosa orbita que habitas
Una pluma y un escarabajo
Una noche soleada y clara de mar.

Caminamos,
En modo de pausa
Y en pausa gritando.

¡ay, pobre de ti sin mi.

En Rosa

Todo depende
Con el Cristal con que le mires
Hurgas, residuos, lágrimas, sonrisas,
Oh, La vida.

Lejos de toda presencia fúnebre
Con la sonrisa
En luna menguante
Laguna solitaria,
Pérdida de memoria
de la que usualmente osas
Estrella sonámbula y trasnochada
vagué deslumbrada

Frente a ti
Se detenga y por un instante
Te acompañe.

Infinita desventaja en el tiempo.

Tarita

La lluvia de esta tarde
Gotita tras gotita
Moja desiertos

Ahoga mis mares
Y sigo siendo atraída
Fascinada y aturdida
Hacia tu luz

Palpita cada uno de mis puntos extintos
Necesidad que irrumpe
Inconclusas melodías azules…

La mano que escribe
La mano que borra
Palabras que sobran
Velas desplegadas al viento del destino
Que difícil retractarse.

Que difícil decir no

Cuando me miras en partes iguales.
Y te llevas la mejor parte,
Antes de correr a la sombra del bosque
y esconderme de ti.

El Reino de las Hadas

¿Donde esta este país? Su situación se me escapa. Unas veces se halla justamente sobre el horizonte y otras bajo nuestros pies.

Sin embargo, ha habido épocas en que se ha creído que el lugar geográfico de las hadas que el país de las hadas era un lugar físico concreto, aunque incluso este mismo ha tenido que mudar de sitio, los galeses pensaron que se hallaba al norte de sus tierras montañosas y , después, en la parte peninsular oeste, misteriosa y rocosa de Pembrokeshire, mas adelante, se trasladó a una isla situada en el canal irlandés, frente a las costas, alguna vez la vieron marinos y hasta desembarcaron en ella. Pero luego desapareció de modo desconcertante. No obstante, se dice que sus imaginarios habitantes frecuentaban los mercados de Laugharne y Milkford Haven. Los irlandeses llama Hy Breasail a la isla fantasma y, según ellos, se ubicaba al oeste. Los britanos decían que la isla feérica era la isla de Man.

Probablemente, la isla más famosa entre las islas imaginarias es Avalón. Al legendario rey Arturo a quien el poeta Lydgate del siglo XV describe como rey coronado en el país de las hadas, lo trasladaron allí mortalmente herido para que lo asistieran cuatro hadas reinas. Se cree que Arturo yace aún con sus caballeros en el corazón de una colina mágica, en profundo sueño del que se despertará cuando se le necesite para regir esa tierra.

Los habitantes de las hadas pueden dividirse en varias especies distintas, según su hogar natural, además de las hadas solitarias, hay muchas elfinas de tipo rural que habitan en bosques (o a veces, mas concretamente, adoptan a un árbol de tal modo que el hada y el árbol vienen a ser mas o menos sinónimos). En las colinas y en las cuevas montañosas.

Las hay que viven en las islas míticas o en países que yacen debajo de océanos y existen también las hadas acuáticas que habitan en los mares, los lagos, y los ríos, por ultimo, tenemos a los espíritus domésticos y caseros (demonios familiares etc. )

Entre las diversas especies, los estilos de vida varían mucho entre los pequeños núcleos familiares, las comunidades jerárquicamente organizadas (que habitan con frecuencia en colinas huecas) y los seres solitarios e independientes.

Las Colinas Huecas

El hogar tradicional de la hadas son las antiguas obras de tierra, como la fortalezas y los túmulos. La palabra hada, en gaélico, es Sidhe (Shee), que quiere decir gente de las colinas. Por las noches, las colinas de las hadas aparecen encendidas, con miríadas de lucecillas centelleantes. Hay veces en que la colina acaso se eleve sobre unos pilares, para mostrar las luces brillantes de las hadas, que paulatinamente avanzan en la procesión hacia otros cerros. La época tradicional en que esto sucede es la fiesta de la cosecha (el 7 de agosto). Sin embargo, la época en que los montañeses, la gente más temida entre los fabulosos habitantes de la isla de Man, cambian de morada es el día de todos los Santos (el 1 de noviembre).

Decididamente, no se recomienda a los intrusos que invaden estos cerros de las hadas, ni ningún otro hábitat suyo. Pero nada hay que decir en contra de una observación discreta, y hasta es posible que un amigable espectador se vea recompensado, sin embargo si las hadas parecen reacias a salir de su colina, puede descubrirse la entrada dando nueve vueltas en torno al cerro, con luna llena. Así quedará revelada la entrada. Quienes no tengan valor suficiente para penetrar el oído al suelo tal vez se vean premiados con los ruidos de sus algazaras.

Además emplearlas como vivienda, las colinas huecas son escondites para guardar oro, y también hacen las veces con frecuencias de camposantos. Ya tenemos noticia del rey Arturo. Otro rey hay, el Rey Sil, que cabalga sobre su caballo, vestido con armadura de oro, allá muy en el interior de la colina de Silbury en Wilshire. Y una parecida leyenda envuelve la colina de los Duendecillos, en Bryn yr Ellyllon. Cerca de Mold Clyd Flint; la ronda una figura con armadura de oro. Unas excavaciones que datan de 1833, revelaron, en efecto, un esqueleto con un corselete de oro.

Las hadas se afanan por proteger sus hogares y su oro. A los buscadores de oro que excavan en las colinas de las hadas, les advierten voces extrañas, ruidos maléficos y terribles tormentas. Si desoyesen estas advertencias, el único pago seria la mala suerte.

Evidentemente que no se puede invadir o profanar impunemente los lugares escogidos por las hadas para su morada. Imprudente será el que decida construir en los terrenos de las hadas, porque esta gente menuda es perfectamente capaz de trasladas casas, iglesias, e incluso castillos si se oponen a su emplazamiento. Las casas imprudentemente construidas en medio de un sendero de hadas sufren trastornos, acá en Venezuela se cuenta, en la región de los andes trujillanos, parte de Niquitao y paramos andinos, leyenda que cuenta de construcciones realizadas en lugares de duendecillos, que fueron inundando por lagos encantados, la mudanza del encanto, cuentan las leyendas e historia de estos pueblitos de la iglesia de Niquitao que fue cambiada mas de 5 veces inundada por un lago que emergió luego de construida, pero hay que estar en esos parajes para darse cuenta de la magia y de la energía que estos emanan. En Irlanda construyeron una de esas casas aquejadas, una de cuyas esquinas exteriores penetraba en una de esas sendas, y por las noches, la casa se llenaba de ruidos, temblaba y parecía en peligro de derrumbarse. Y no hubo paz en la casa, hasta que recortaron aquella esquina transgresora. En otros casos análogos se había resuelto el problema dejando abiertas las puertas de la fachada y las de la parte trasera, para darles paso libre a las hadas. Pese a esa solución bastante medrosa, hay muchas casitas de campo en Irlanda que como precaución de este tipo de perturbaciones dejan abiertas las puertas delanteras y traseras y las construyen una frente a otra.

Las brujas visitan con frecuencia las colinas de las hadas esta es una de las muchas acusaciones que se hacen contra ellas en los procesos a las brujas del siglo XVII, Isabel Gowdie confesó en 1662 que consiguió de la Reina de las Hadas mas carne de la que era capaz de comerse.

Las invitaciones hechas para visitar la colina de un hada hay que recibirlas con gran precaución y rechazar todos los ofrecimientos de alimentos o de bebida, ya que ello podría desembocar en una perpetua esclavitud, esta y otras muchas características de la existencia secreta de las hadas tienen un parecido impresionante con las ideas mitológicas de un mundo subterráneo, con un monarca omnipotente, en el que se basta un simple bocado (un grano de granada en el caso de Proserpina), para que un ser mortal no tenga ninguna posibilidad de escape.

El paralelismo entre el país de las hadas y Hades (el reino de los muertos) queda perfectamente expuesto en la historia del encuentro de St. Collen con Gwyn ap Nudd, el jefe del Plan Annwn (que puede traducirse por familia del otro mundo), en cuyo dominio subterráneo se penetra por los lagos de Gales. Sin embargo, según esta historia, el palacio de Gwyn esta situado en un peñasco de Glastonbury.

St. Collen, que vivía en una celda de ermitaño al pie del peñasco, rechazó varias invitaciones que le hicieron para subir al castillo que milagrosamente surgió en la cima. Se ablandó al fin y, trepando hasta la colina entro en el maravilloso edificio. Allí se encontró con preciosas doncellas y hermosos muchachos, con un ejército de soldados y docenas de criados vestidos de escarlata y azul. El Rey Gwyn ap Nudd le ofreció comida, bebida, pero St. Collen le contestó: “No como ni las hojas de un árbol” , y cuando le preguntó si le gustaba la librea de sus pajes, Collen contestó que aquellos colores, el escarlata por las llamas eternas y el azul por los hielos perpetuos del infierno, eran propios de naturalezas demoniacas, luego arrojó agua bendita que había cuidadosamente llevado consigo sobre la asamblea y todos aquellos desaparecieron con el palacio, dejando a St. Collen solo y de pie sobre la cima desnuda.

El hecho de que esta historia ofrezca una visión bíblica del infierno demuestra con que avidez los sobrenaturales habitantes del mundo pagano quedaban reclutados en la demonología cristiana.


Las hadas músicas poseen una maravillosa habilidad, y muchas de las canciones y tonadas conocidas en todo el mundo, tienen su origen en el país de las hadas. Las hadas son apasionadas de la música, y los grandes músicos humanos corren peligro de verse atraídos al país de las hadas, seducidos por su talento.

Estas fabulosas melodías son bellísimas y melancólicas, un aire nostálgico de las hadas es capaz de sumir al oyente en un sueño fatal que, en el mejor de los casos, le llevaría a un melancólico olvido, sin dejar jamás de escuchar esa música vaga y anhelante, recuerdo constante de lo inalcanzable. Morgan Gwilym, que vio a las hadas y oyó su música, sólo pudo (por fortuna para él) recordar sus últimos compases.