Qué besos eléctricos se
dieron nuestras nubes!
Sólo en las profundas noches de luna oxidada son visibles alma y aire, ciego amor no sabe de distancias y, sin embargo, el corazón desierto todo su espacio para mucho olvido le da lugar para perderse a solas entre cielos abismos y horizontes, al mirarme adentro, mientras la sangre nuestra se confunde, una redonda lejanía profunda hace posible nuevas ilusiones. Ser tuya es renacer porque logras borrar, hundir, que se retiren todos los espejos, los muros de mi alma. Blancura del amor. Con cuánto fuego se anunció tu presencia. Tengo ahora la luz de aquel incendio y un vacío donde esperar.... Encuéntrame en la noche. Estoy perdida.
M.A.
desde la Inútil máquina que es el corazón
la imagen de
este Post es propiedad de Manel Rebollo Portalo
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