Alerta estoy de ser
sonrisa.
AnaMendoza

Vistas a la página totales

martes, diciembre 03, 2013

Jamaris


Tanta serenidad, quiere mirar con ojos ebrios. Erguidos, empinados sobre su luz... el verde de toda mi piel más que antes, más brillante...

...dos amigas caminan por calles entrañables, hablan del amor, la vida, los hombres, se dejan envolver por la dulzura de una tarde de mayo. Hacen a un lado las cosas irremediables, caminan solas entre los olores, las luces de las ventanas, llenas de colores y de gracia absoluta, conmovidas respiran la intensidad

Y no hay reposo para ti, única almohada, donde puede mi cabeza reposar, tu hombro amable, cálido resguarda tanta alma que pueden convertir todo en una charla brillante, el hombre que desean hasta sentir frío algún rostro obsesivo que insiste, insiste, pero ellas saben tanto sobre el amor, tanto... el verdadero amor y el aplastante domingo que hay que atravesar en los días de espera, por venir, ausencias...

Para que su voz sea de nuevo y todo empiece a cobrar vida. todas lunas..... todas luz con un sonido áspero y dulce, acariciando los mediodías en el patio de la infancia, la dulce espera, el vientre, la luz.

Y yo me vuelo de las alucinantes esperanzas que son una sola, de los actos infinitos del amor, con la piel de verdes, de aguacates, y moras, se va deteniendo berenjenas, ya no gritan dolor.
Las hojas también temblaban levemente con todas las señales otoñales, despliegan alas al sur de mis ojos brillo. Bajo el sol deslumbrante o la callada luna ígneas, incandescentes, implacables, ultravioletas, ultrarrojas, ultrasolares, ardiendo... lámparas de lo desconocido con nuestras huellas dactilares. Cerramos los ojos, a la entrega absoluta de la confianza al alma. 
Jarras, libros, esquinas, nubarrones, árboles, el mar, el sillón, el espejo, la noche, alba, mañana, de cabellos sin peines, y rapaces paralelos como los cristales.

El sol conocía tu perfil de memoria. Tal vez sea imposible que alguien sepa lo claro.

Centellean los ojos... qué luna dormida, celosa alberga la tarde, llega lo noche y se esconde, vuelas y ella no sale por ti, esa luz de alas.

Nuestras almas de ayer, de nunca y siempre altivas, manos, soles y sombras, queda para ayer pasado, ahora importas tú y el sueño que observa las miradas y las sonrisas, la cómplice mirada, la ternura, la espera, los días, llega...ven llega… la sencillez de incandescente belleza desapercibida, me ves,. no me ves! 

tu voz viene a silenciar mi alma, tu luz tan clara desde lejos cubriendo la piel.

Cuando surcaron dedos sobre la espalda, los bañabas de ilusión el recuerdo del lugar y el espacio que será. Y me voy aclarando con la tarde, voy despertando hacia la noche, las fronteras de tu piel, vuela, y sobre vuela.

Confundidos los deseos, soy luz, alas, color, maga penumbra, una sombra que se esconde con la luna. Donde se esconden los corazones descubiertos, exclaman y rondan. Él sin vergüenza susurra el roce. 

Cuando había una espalda donde conectaban las alas con la mente y el corazón, repisa de pestañas por donde escapan las miradas.
Tan sólo una semana. Unas horas, un tiempo relativo, el tierno beso.

Y me hablarás muy bajito con las miradas, y las manos, con la sonrisa por donde también se escaparán las palabras  en toda la calma que soy, las hojas secas chasquean, vuelve la vida, y la ausencia, azul de todo, ahora nada...Ritmo, se pixelan acortando las distancias, y llegas... A pocos kilómetros tanto cielo, desde lo alto, aquí donde no se ven mis pies sobre la tierra, esta realidad lejana del sueño.

Una vez más como todas las cosas que añoro, giro al rededor de tu mirada, satélite de mi mundo, duermo sobre mis piernas, lunar de tu alegría...jamaris. 

Y  yo que contigo solo puedo volar, como vuelan los pájaros sobre las nubes voy por mas azul de tu alma. Y retumban estos latidos de prisa sobre los sueños de la noche, cuando tu brillo no me deja ver estrellas. Dulce corazón abatido, de tanta presencia y de tanta luz. Agitamos, las alas con la fuerza del amor, sobre cada ser, sobre cada cielo, donde estabas y nunca mire...y los pájaros iban y venían los unos agitando a los otros se sumerge en una mirada que se pierde. Es tiempo de querernos indefinidamente.


Del silencio que llevo conmigo a todas partes, y este miedo de quererte tanto que duele solo a veces. Resplandor de los atardeceres renacer en tus miradas.  y ese montón de hormigas que pisas al mirarme..

No hay comentarios.: