Alerta estoy de ser
sonrisa.
AnaMendoza

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jueves, octubre 19, 2006

...una de Vampiros

Salí a recorrer el espacio entre sombras falsas y alucinantes sueños, me vi desde el esplendoroso cielo descender y entre penumbras un rugido aterrador de dolor en todo el cuerpo, que tormento estar esperando mientras sabes que viene por ti, estas a la espera, se habrá arrepentido y yo sigo caminando vigilante y a la expectativa……. me renuevo y renazco ya sin miedo estoy de pie, en una de mis últimas batallas, pasé corriendo sobre el puente sin mirar hacia abajo el agua tenebrosa otra vez el mismo camino que me lleva a mi casa desierta donde nadie me espera, me escondí debajo de los honguitos mientras cazaban a los duendes que nunca fueron amigos, aquellos traviesos correlones y asustadizos pero con risas en la cara tan indiscretos creen sabérselas todas pero no mis secretos más guardados, mirándome para burlarse otra vez, en un tris tras de tiempo me quite las mayas de las alitas y agitándolas estrepitosas pude deshacerme de cuanta cosa importunaba, para no hacerme tan doloroso y pausado el vuelo.

Volví esa tarde siendo otra, siendo nueva, camine por horas, disgustada de vivir y hacer lo mismo siempre, el mundo ha cambiado ya no me admiran como ayer…… algunos me temen no soy inmortal como creen, ni un ser perfecto y mágico, que no cae, solo que esta vez me levante de prisa para que nadie lo notara, con las alitas heridas me vi al espejo, extendiéndolas lentamente….. con un poco de sufrimiento hasta que logre abrirlas todas, corrí al botiquín de pequeñas botellitas transparentes de vidrio verdosos llenas de polvos iridiscentes, tan brillantes como mis alas mismas en la noche, tome un encanto de polvos dulces de vainilla y canela, con sutileza los esparcí sobre ellas mientras desplegaba y movía aleteando unas veces lento y otras con ritmo de sueños rotos, me quede mirando al espejo sin dejar de ver tal belleza, tanta grandeza en mi siempre pequeñita. malcriada, caprichosa hadita, de repente de mi interior pude sentir como una brillante luciérnaga iluminaba tal cual estrella abrí la boca para que saliera y cantará con su voz hipnótica y tardía, todo en cámara lenta, pude intentar y confié en mis alas nuevamente podían sostenerme y suspenderme en el mismo aire. Al mirar hacia la ventana, pude ver la oscuridad de la noche, y me sentí perdida ya no encontré el camino…….. el me entregó parte del corazón que se llevó un día y pude sentir el brillo de mis ojos nuevamente, aquello tan poderoso mi mejor arma me la había devuelto y ya no tendría que esperar de su ayuda ni temer, pues ahora valerosa en espera como el ave fénix, resurjo, si vendría el prometió entregarme lo que un día yo le regale y quise darle desde lo más intenso de mi alma, sus promesas eran siempre reales pero esta vez ya no vendría a verme como cada noche, era la última vez, y así lo acordamos, no existen pactos entre hadas y vampiros nunca pueden fusionarse del todo, inténtalo si quieres y veras, que después de todo no funciona aunque no exista tal belleza parecida, tan inmensa como el amor mismo. O la letra de una canción de cuna. Y fueron miles de años, fue antes de vidas y pasadas vidas desde otros tiempo la primera vez que sus ojos me arrebataron el aliento, en un solo suspiro, lo tuve tan cerca lo espere al nacer, lo vi desde el primer día cuando lo cuidaba en sus juegos de niño, espere el encuentro cuando ya era un hombre para el resto, y lo vi ya no en mis sueños si no cada día, en sus risas en sus cotidianidad y rutina eterna, vi sus letras, el centauro de aquellas imágenes dibujadas en sanguina y carboncillo, tan artista como yo soñé…… sentado aquella tarde sobre una piedra blanca y en lo más alto donde ya la maleza verde no crecía, estaba entre apuntes rotos y viejos lápices, entre notas y dibujos al pie del acantilado donde corrí a buscarle, sin importarme nada mas, trataron de detenerme pero yo fui, el me esperaba, con mi falda pesada y arrastrándose entre los matorrales llegué, de tanto encajes tejidos que nunca aprendí a hacer, y él lo supo enseguida con su camisa blanca y sus pantalones marfil, mi vestido azul le impacto, desde ese día pude darme cuenta como mi luz y mi brillo le han cegado y no pudo dejar de mirarme como si las mismas hadas le hubiesen puesto un hechizo asombroso, el instante nos duro poco mientras corrimos juntos a escondernos el sótano de aquella iglesia gótica de puentes colgados en el cielo corrimos por la oscuridad y se hizo pronto la noche ya no quise regresar, mientras él me tomó de la mano para apresurar la huida. Parece que era más grande de lo normal de repente vi como me doblaba en tamaño y volumen él no me dejó ver su rostro sentía tanto miedo al rechazo, creyó que saldría corriendo si veía su real cara de colmillos enormes, de bestia cual bebía de solo sangre, desde ese día le enseñe que no tenia miedo, que yo conocía las dos caras de la moneda, y aun así quise entregarle mi vida y en un extraordinario regalo, el tiempo se detuvo mientras me tomaba por el cuello, floté, como en nubes y pude bañarme de la luna misma, de tantas estrellas, él se lleno de mi luz y cada día su sed era mayor hasta consumirme las venas, era un verdadero ladrón de Luz un Vampiro de sueños insaciable y así pasaron miles de años me alejé del mundo, para vivir solo en el suyo, me arrincone en la soledad, deje de volar sola, de salir de noche a los bosques, de caminar por horas entre el frondosidad de mis hadas, por toda la eternidad, y nunca pude ser inmortal y pasaron muchas otras vidas pero siempre nos volvíamos a encontrar hasta que una noche comencé a verle tan joven como siempre y tratando de llevar una vida de mortal, con tantos años encima su mirada era la misma pero lejana su risa era adormecedora y excitante, le vi esa noche con alguien más en su cama, alguien que no era yo. Esa noche no me sintió llegar ni escucho mi llanto de niña triste, me dijo que ya no quería verme más que ahora ella ocuparía el lugar de una esposa y una cama en la que siempre estuve yo., ya no podría estar más a su lado y sin luchar huí, algunas noches lo sentía llegar subir por mis muslos y abrasarse a mi hasta quedarse dormido, no lograba entender cómo podía vivir así, sin dejar de venir a mí, tan egoísta yo no sabía amar a nadie más si alguien se me acercaba ahí estaba el acorralándome y amenazándome para que yo siguiera solo esperándole a él noches en vela el siempre llegaba después de las dos, y yo con mi vida tratando de no ser hada solo un humano más, inicié a perder mi verdadero color, comencé a dormir con miedo mientras otros venían a verme para cobrar una vieja deuda que él asumió, decidió hacerse cargo de mi, atormentándome para que ellos no lo supieran, y yo camine debajo de mantos negros oscura por fuera ocultándome de la luz, nunca fui un vampiro, como alguien me llamó por hay, solo un hada en el anonimato vestida de sombras y tinieblas para no brillar y seguir a escondidas, hasta enamorarme de un mortal, y ese día perdí toda razón y quise recuperar mi libertad dejar de vivir del pasado y ni siquiera tuve que pelear a morir, lloramos los dos, lloramos porque ya no habría vuelta atrás, porque el ya no podría venir a verme, los Vampiros no entran sin ser invitados y yo quería romper aquel pacto de tantos años atrás, esa noche fue gloriosa, esa misma noche llego un nuevo ser a mí como un propio Angel, vino a recordarme cuan brillante puedo ser, puedo recordar que mis alas brillan con luz propia y que soy tan única y hermosa como la misma noche, llena de misterio de pequeños destellos parpadeantes en el cielo y retorne a mi ser, ganando una de las batallas más grandes que he tenido haciendo valer la razón y creyendo nuevamente en el amor que no te encierra ni te aprisiona, ni te encarcela, ni te cela del mundo, ni te envidia su luz, ni te duerme con conjuros, no te roba la vida ni los sueños, es todo lo contrario, es todo lo que me perdí durante vidas y vidas, ahora aquí estoy para comenzar mi nueva batalla y luchar por mantenerme lucida y ardiente de vida y de nuevos sueños.

Esa soy yo.

No la que tú crees que soy.

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