En un confuso agujero
dentro de una pared que vibra
vive una muerte triste.
Su exasperada pregunta
es una travesía agonizante
ella es solo una muerte
cualquiera.
Cansada de ser vertiente de ojos
húmeda lame las botas de las bailarinas
de un café secreto bajo sus camas.
Quiere vivir a toda costa
vive a escondidas con miedo
tiene prohibido
jamás acercarse a la orilla.
El suicidio no es una puerta
florece en el amanecer muda
con un silencio y una risa de
penumbra
va haciendo un surco en el camino
ilusionando al abismo
se asoma por una de las ventanas
de las memoria más recóndita
que siempre asedia a los hombres
para que crean en la palabra paz.
de Teoría del Caos de Ana Mendoza
2017
fotografía: Dara Scully
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