estaban desnudos
de pies y manos
tus ojos arándanos
de riscos erectos
en un arco lunar
se empinan
componiendo más allá
del oído que calla
una sonata fugaz
de estela enmudecida
la calma en raíz
de todas las palabras
van desnudos
bajando por el cuello
se han colgado de manos
se sientan
sobre mis muslos
permanecen intactos
llevan abiertos
todos los botones
click, click click
la falda...
se cruzan por mis piernas
...y tropezamos
la mirada de golpe
late fuerte
la sangre pulsa
acelerados tocan sus rostros
de ternura de ojos
espabilan los colores
contenidos en pupilas
todos los matices cielo
extendidos
en posición de vela
la latitud del silencio
abierto de par en par
confesión muda
pululan alitas
sigues mis paso
mientras los astros se aparean
amor que transfigura
un astro vivo sobre la piel
desorden de poros
tiemblan y respiran
revueltos de cama
hojas que caen
de vidrios corazones.
Ana Mendoza
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