En posición de
oscuridad
La poesía podría
percibirse como un compendio exhaustivo de los ascensos y caídas, mas ultimas
que los primeros, del ser humano inherente, por tratarse de una convivencia
virtualmente mutua, a los latidos fitomorficos y zoomórficos de la naturaleza
destellante y apocada.
Una poesía donde la razón esclarece la irreverencia, y la transparencia incita la valentía y la ironía
La duda que pervive en la entrañas de la palabra precisa,
desemboca en la sugerencia, en la elipsis en la transmisión fragmentaria de las
visiones perceptibles por huidizas, permanentes por obstinadamente fugitivas.
La duda palpitante en el corazón de la incertidumbre le proporciona mayor
fuerza a la lucidez, porque esta última se corresponde con el conflicto,
certeramente construido, de la palabra poética perseguida por la muerte, por la
finitud imantadora.
Escribir un
poema, desde el forceje irruptor de Lydda Franco Farias, es encontrarse con la
vida, con la manera más contradictoria de percibir, desde la transparencia el
rescoldo de las cosas, el margen invisible de los latidos la resonancia callada
del contraste dispuesto a ocupar el lugar de aletheia, de desocultamiento
decidido a mostrar solo una parte de su ampulosidad, solo una huella de su
respiración de su ritmo comedido e inmesurable.
La caída, la
lucidez, con alguna variable indicada as adelante, y el tiempo a tratos
sustituido por el espacio, son los motivos poeticos de Lydda Franco Farias.
Escribir poesía
es igualmente, concentar en términos de disonancia, las visiones envolventes de
las huellas humanas, sin tener en cuenta para el caso de un comentario
pretendidamente valido, los estereotipos, los prejuicios reductores del
análisis convincente. A sí, por ejemplo percibir la poesía de Lydda Franco
Farias desde su única y exclusiva adscripción al comunismo es, en el fondo, no
saber leerla.
Si el lector,
por razones de azar, acude a una casita
de San Jacinto en Maracaibo, pagada de libros, con una ordenación entrópica, se
topará con una poetisa entre indígena y africana , colindante con el
inmensurable destello de la reflexión
tejido en una nube contra el cigarrillo, con las visiones de Vallejo y
Kafka y a quien corresponden estos
versos : “ yo y mi manía de amontonar periódicos/ de recortar artículos de prensa/ de llegar atrasada a la
noticia/ a la historia/ atrasada/ tal como corresponde al país de liliput/ a mi
estatura/ a mi/ que sincronizo/ con el atraso/ con mi estatura…..”
El mira
tibiamente
y yo lo amo sin
consideración
pero el es su
libertad
el dice amor y
yo le sigo
cazadores
nocturnos
nos dispersan
el es en la
lluvia
en la montaña
cielo despejado
balcón de todos
sus ojos me
siguen
desde un lugar
cualquiera
yo lo amo.
Los amantes
precisan largas vueltas
y nada es
comparable a este final sin trampas
y nada se parece
a tu cuerpo y al mío
me refiero a los
muslos fosforescentes
no a la piel
sedosa y repetida
no estamos
dentro ni fuera y es falso
que desprendo de
tu voracidad
mis latidos
bajan cautelosamente
para que no
sepas que voy que siempre voy
ya puedes
descubrirme y patinar en el aire rígido
cuando abra los
ojos y desvíes el aliento
cuando vengas a
podarme la simpleza
esta rara
condición
habré consumado
la indisciplina.
Mientras dormía
me crecieron alas
al principio ni
yo misma lo creí
hice cálculos
sobra las ventajas y desventajas
de este suceso
inesperado decidí ensayar un vuelo corto
tropecé contra
los vidrios de las ventanas no me di por vencida
llegue a
libélula
fui uno que otro
pájaro
ave de rapiña
mi ambición no
tuvo fronteras
fui escavando
jerarquías hasta agotarlas todas
ahora soy un
ángel
y me aburro
eres el
epicentro
el ruido y el
ritmo del mar
la vegetación
que me despierta
No hay comentarios.:
Publicar un comentario