Alerta estoy de ser
sonrisa.
AnaMendoza

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miércoles, julio 30, 2008

El uso de la palabra H-A-D-A.

La palabra “hada” procede del latín “fata”, derivada a su vez de “fatum” el hado, el destino, que en el Medioevo, fue considerado una Diosa. Igual procedencia tiene el termino “fée” francés, del que se derivaron las palabras inglesas “Fey” y “Faire”, que han sufrido después variaciones en su ortografía “fayerye”, “fayre”, “faerie” “faery” y “fairy”. En el original del libro de donde recopilé parte del material hace referencia al mundo de hadas como entidad, a un lugar geográfico, y es también adjetivo que en español se convierte en “feérico”, como por ejemplo, música feérica o de las hadas. En la presente versión se le da el nombre de hadas a ciertos diminutos, por lo general de especie femenina que habitan en este país.


Nota sobre la terminología

La nomenclatura del país de las hadas es difícil. Las mismas especies pueden tener nombres diversos, según la región. Los ciudadanos de este país de las hadas son tan variados que con frecuencia se les ha clasificado erróneamente o a la ligera.

Una especie de funda con otra, por lo que resulta difícil determinar con precisión donde termina un duende y donde comienza un trasgo. ¿Y qué decir de las mudables hadas? Con una forma, pueden corresponder a una categoría; con otra a una totalmente distinta. Por consiguiente, no hay ninguna regla lógica que pueda aplicarse a la terminología ni, en rigor, a ningún otro aspecto de las hadas, porque es una ley en sí misma. Hare cuanto sea posible por aclarar la cuestión con los hechos con los que dispongo.

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