Como tu dices justo ese día, el día en que decides ser otro hombre, en que despiertas exclamando todo lo antes callado, suspiros de utopías que se matan de la risa, unos labios de media luna que te rodean la cara, nada puede anularlo, la alegría es el reflejo del alma y va desde muy dentro, sabes mas que nadie que tus pestañas crespas son el ancla, vas caminando y todos te miran, con un andar especial tras cada paso, no miras a nadie… solo existe el rostro de la gente que no has visto, justo el día en que resuelves deshacer el equipaje donde amontonaste las pasiones, justo ese día, mientras las nubes limpian el cielo…y sin vuelta atrás se acaba el tiempo, te quedas con la llave de todas las respuestas, con la mano abierta como si la magia se desvaneciera en espera de algo. Que importan llaves y cerraduras cuando la entrada es libre para ti.
El cielo se torna gris, la chica del tiempo se equivocó esta mañana, pasas de soleado a chubascos mocosos, caminas, caminas, caminas siempre hacia el mismo lugar, no se dio cuenta antes que todo era para él, su vida, su poesía, su aliento, sus noches y sus mañanas, todo estuvo al alcance de sus manos, todo.
Después de un largo tiempo, se disfrazan los sentimientos y las lagrimas, es como si nada importará, siempre estuvo hay, pero nunca hizo falta.
¿Dónde se refugian los corazones tristes cuando el desamor les toca insistentes? En dónde se espera para que ninguno te perciba, continuas como si nada pasara?. Y en el fin del mundo donde lancé aquella valija cargada de corchetes y paréntesis, el corazón y el de repuesto, los auxiliares de sentimientos y las sonrisas obligadas, donde guardaba todo lo intocable, todo lo que era suyo, te das cuenta de que nada queda oculto para siempre, que continuamente contigo aparecen los sueños, las noches, la nostalgia de eso que guardaste para siempre.
A veces duele
ahora cuando no existo
cuando quiero tocar
la punta de tu nariz
en un beso
Porque estas y no aquí
Y no soy quien
Solo soy yo
sin querer ser otra
Con dudas amanece, me cuesta un poco levantarme, me asedia el sueño de estirar piernas y brazos de rodearte con los pies y con las manos, de volverme diestra en empezar de cero, y tenerte solo en pensamientos, en un caudaloso rio sentarme frente a mi infinita colección de miradas que encandilan en las entrañas de la noche, tu labios temblorosos, ¿que me besaron? o no…, conmovedor desde alma al universo.
pero no hay caso
desenamorarse
con los ojos bañados
de agua salada
insatisfecha con la que tu llamas
Suerte.
en la sombra
voy quedando sola
sin escala volaremos
a los insoportables recuerdos no vividos
Verte como eres y no como creo conocerte, en tus soñados ojos mientras me miran, verme en ellos con tristeza reflejada en espejos, pidiendo verte sutil, con los ojos sinceros, escapando de inconfesables encontronazos detrás de las miradas que nos censuran, presumir que en complaciente renuncia, simplemente me tomas o me dejas.
Inventándonos las miradas
Pareces un ser completo
Perfecto e inmutable
crees no necesitarme
y continuar
y con la frialdad en que lo miras todo, cuando quieres salir airoso te impulsas en mis palabras, ¿razonar no es de locos?, mas locura es vivir negándose al corazón, vivir solo de la razón
no hay luego, como si fuera suerte
haberte encontrado
como si fuera fácil
continuar sin ti
por el resto de vida
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