Prometí reírme del futuro,
nunca decirte que me enamoré,
nunca confesarte,
ni con torpedos atacarte...
Mil batallas de flechas que cayeran sobre el corazón rendido, vestirme de estrategias para confundirte, diluirme y desaparecerme tras cada beso profundo, ocultarme mimetizarme, cerrar los ojos para no mirarte, para no descubrirme tuya ni a la deriva, para no sentirme desprotegida si haces conmigo lo que te da la gana, cúbreme con tus besos indefinidos que me llevan hacia el infinito y me elevan sobre el mar, caminemos descalzos sobre arenas húmedas, que se nos hundan los pies, que nos bañen las olas, que no siento frío cuando estoy junto a ti.
Acepto lo que me das, yo no quiero pajaritos cantando, ni las sobras que te quedaron de las demás yo lo quiero todo, todo a manos llenas, ven, seguro querrás repetir, déjame sobre ti quedarme dormida, déjame mirarte a los ojos desde aquí arriba, así de esa forma que nadie entiende y que jamás vio, vives en mi, cierro los ojos y vienes quieto de pie te quedas parado detrás de mi, la calidez de tu aura me fascina y me embriaga, confesarte un día tonto la verdad, atreverme a decirte que te amo y por qué?
Porque tanto y de modos tan extraños como yo, de miles de formas, de colores no inventados de lluvias y estrellas, de lunas llenas y ríos crecidos, de ganas y ganas de ti, de fundirme y convertirme en ti dentro de mi, te ansío con el alma de fiesta, con el sol de la mañana, con tu sonrisa cuando me miras sobre la almohada, con tus brazos envolviéndome para que no pueda escapar, y me quedo prisionera, y ya no quiero volar, si contigo vivo suspendida en el aire rosa pastel.
Si te amo como te amo, como te amo desde que me tropecé un día común y lejano el día en que te conocí.
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