No distantes no lejanos, vive la esperanza colgada en alguna guarida olvidada de mi eterna alma. Sigo soñando con los ojos abiertos mientras me hablan de todo y de todos, ya nadie viene, no tocan a la puerta, tendida cuento hasta 100, los cuadros de cerámica blanca sobre las paredes, vertical, horizontal, imagino formas y palabras, es cuando me vuelvo humana y siento miedo, es cuando se me arrugan las alitas y se me escapan los sueños, ya no duermo pero corro tras ellos, algunas veces con éxito y otras solo quedo cansada. Los sueños cuanta fuerza, cuan rápido van, escapan.
Soñaremos, vestida de nueva piel, de un color radiante y mío, con brillo de estrellas parejo de los pies a la cabeza y vendrá a abrigarme tu piel, sin sabanas, regresan haditas y vuelve la magia, las musas, se humedecen mis ojos, tormentas, reportes del clima, no controlo los chubascos, las lluvias risueñas, y las lluvias a mar abierto.
Porque lo imposible lo creamos nosotros y ya no quiero gritar.
Siento paz en tus ojos, siento volar, siento deseo de buscar las palabras de dejar una copia, un testamento una simple frase que lo encierre todo, y cuando todo se desborda, estrellas, sueños, voces, miradas, recuerdos, aromas, colores, campanas los cellos son tristes, y prefiero despertar.
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