Cuando eres niño tienes la oportunidad de despertar feliz, de ser eso, solo un niño , tienes el Don de ser tu mismo, tus amigos te quieren sin interés solo porque les sonríes... les gusta estar contigo, naces con la naturaleza de colorear, de estar en constante creación y cuando creces pierdes esa habilidad, dejas a un lado el poder de la creación, ya los amigos te importan por quienes son... porque te convienen, porque lo te pueden dar.
Algunos tenemos esa oportunidad la de hacer cosas grandes por lo demàs, y aunque busquemos la perfección y la aceptación a veces guardamos algo manchado, algo que una vez hicimos cuando éramos niños cuando dibujar era relajante, cuando no había presión y la aprobación del mundo era lo de menos, cuando no pretendías la gloria por tu conversación, por tener la última palabra ni siquiera la razón, cuando defendías tus causas, aprendamos a ser niños, seguramente hace mucho tiempo olvidamos como retornar.
Ayer mi niño màs pequeño me lo recordó, con tan solo año y medio me puso en la situación extraña de darle besos a mi madre a mi hija mientras él se reía lleno de alegría, aplaudía y nos abrazaba a los dos, a veces nos preocupamos tanto por ser grandes que olvidamos la verdadera esencia de los niños, simplemente sonreír, ser felices. Ya lo único que nos importa es cuanto orgullosos seamos y no demos el brazo a torcer.
Que importa si te digo que te amo, que te vas y no regresaras porque ya nos cansamos el uno del otro, que importa cuando simplemente soy feliz siendo esa niña que cuido y protejo, la que un día se levanta feliz, al otro un poco amargada, algunos con muchas cuentas y poco presupuesto, otros días aplicándole la magia a la quincena que debo estirar y estirar, los problemas llegan solos, entonces vamos a darnos sonrisas que no sé donde las vemos, regalemos cariño, ya le preguntaste de corazón si dices tener mil amigos a alguno de ellos como despertaste hoy, yo estoy bien llena de esperanza, luchando y luchando por regenerar el corazón, hoy también es día de lluvia y estoy abrigada hasta los dientes, perdono tus excusas pues yo tengo las mías, las mismas de siempre y las que tú conoces será porque tengo otras prioridades y porque mis hijos crecen y ya no tendrá vuelta atrás, porque he pasado mucho tiempo perdiéndome sus abrazos, sus locuras, sus sonrisas sus dibujos sus juegos torpes, sus canciones sin rima, sus chistes y anécdotas cada vez que me toca pasar meses y meses bajo tratamientos médicos, bajo techos blanco y comida fría del hospital esperando por esa puerta a las horas de soledad que aparezcas con una gran sonrisa, tu… amor, tu amigo…, tu hermano… tu… extraño, con una anécdota chistosa, con grito de guerra y fuerza que me haga continuar, cada quien tiene su vida pero 5 minutos no cuestan nada, solo 5 minutos que pueden hacer inmensamente feliz a alguien que vale la pena y piensa en ti.
Me gusta cuando haces las cosas sin pensar tanto en las consecuencias, y de repente un golpe de suerte nos da un impulso, entonces que importa alcanzar las estrellas cuando vivimos bañadas de ellas, cuando todo lo que hacemos nos hace revivir toda magia, cuando en tus ojos veo estrellas y se dibuja mágica tu sonrisa en tu actitud infantil.
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