Aquí también se fue febrero más gris y pálido que nunca, sumergiéndonos en una desolación arrebatadora, haciéndonos saber que a veces la naturaleza de la vida es implacable, llegó Marzo recordándonos también que al terminar la lluvia volveremos a mirar las estrellas, y el cielo con los ojos despejados.
Febrero se ha llevado con él a los más frágiles, a los que lucharon y no salieron victoriosos, febrero ya es pasado hoy, pero no se llevó la tristeza, solo robó un poquito de fortaleza, me bajó las defensas, mis sonrisas ilimitadas y me ha mutilado las palabras, me enseñó que por mucho que se quiera hay que aprender a aceptar y a continuar, que las palabras no reflejan nunca el dolor, el amor y todos los sentimientos que quieras expresar.
Marzo ha comenzado un poco gris y mojado, aburriéndome de la lluvia, de la gente que habla y habla por hablar, de las paraguas por las calles angostas de Trujillo, de la gente que no comprende los ciclos de la vida, los espirales del mar, del agua y que todo debe respetarse porque no somos inmortales, nos vamos como llegamos desnudos.
A la espera de la fortaleza y de los días iluminándonos con su sol, del calorcito mañanero junto al café, quiero regalarle unos minutos de vida, a todas aquellas almas inocentes que por una u otra razón son víctimas de injusticias, por todas aquellas pérdidas humanas comenzando a florecer, por todos esos niños que quedaron con las ilusiones a medio camino.
Hagamos una oración, para continuar, demos gracias por existir, por la lluvia que dure lo que deba durar, una oración que nos haga renacer la esperanza, dar gracias a Dios por seguir, por estar, por tener las palabras de aliento para nuestro amigo, por la gente hermosa de nuestro país, por poder regalar una sonrisa a ese niño que vemos frente al espejo y que olvidamos amar, un abrazo, una canción a esos niños que son el futuro, que están esperando y viéndonos ser grandes desde su estatura hacia al universo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario