Vivo llena de pinceladas. De mi florecen
caminos, lámparas, sueños, palmeras, matices, marionetas, trastos, almendras,
pasteles, ciudades a medio recorrer.
Desde que tengo
conciencia de mis recuerdos visto a las hormigas de hojas, diseño ciudades para abejas, y las
hadas habitan junto a los arboles de la memoria.
Colecciono canciones
que no les gustaron a nadie, guardo zapatillas rojas incombinables, y extraño a
mis hermanos bajo el mismo techo, amo las conchas de mar, las tomó todas de la
arena, adoro caminar dejando huellas, entres las olas descalzarme correr como
loca sin rumbo, espero la hora del té, con pastelillos y galletas de miel, el
toronjil, y las galletitas suaves rellenas de guayaba, la guerra de almohadas y
la música suave que me recuerda a ti, no olvidó nunca las caras, tengo memoria
de elefante, no sé de numero solo de fechas, odio la matemática.
Armonizo tonos sin darme cuenta.
Si estoy triste solo duermo, me hace
intensamente radiante poder respirar, levantarme y sentirme viva. Pienso que
todo momento en la vida tiene un fondo musical, y respiro música y más música
por todas partes. .
Puedo sentir mi propio
latido, puedo escuchar el latido de quien camina cerca de mí, y el silencio me
grita y me aterra me hace salir corriendo.
Los momentos más
importantes de mi vida se llaman Adda, Samuel y Cristiano, colecciono sus
besos, sus risas, los pasitos, sus logros, sus sueños, sus chistes, sus abrazos.
Despliego la magia, la
esperanza, y aprendo cada día de mis errores, vivo y amo vivir, vivo cada día
feliz ingeniando toda mi anhelo hacia el futuro. Confío en Dios con toda mi
fuerza.
también creo en ti y en ese poder insólito que tienes para saltar sobre las
estrellas.
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