Quiero hallarte esta mañana perezosa, no en vano haberme quedado
despierta espiando la estela que dejas al pasar frente a mis ojos, esta mañana
de pereza toparnos en la calle, en la esquina, dar una vuelta por tus ojos y su
espacio blanco, sin pensar si es una delirio u otra farsa que nos inventamos
para no malgastar los recuerdos, para pensar que alguna vez estuvimos así de
cerca, así tan real, tan cierto hace tanto tiempo.
No puedo pasar la mañana escribiendo, yo también necesito verte,
decirte, que me hace falta tocarte hasta el alma, contarte todo a lo loco y sin
reservas y lo que nunca digo y a veces pienso, ser impulsiva, hábil como
si te conociera de toda la vida, ser una palabra definida y absoluta, contarte
un chiste a carcajadas y que sorprendentemente me silencies en un beso.
Mi universo y el tuyo, son uno solo, me encanta cuando dices nuestro
universo, solo que no quiero rendirme ni alejarme, tampoco quiero que te
marches sin regreso, no quiero el silencio de manera total, no sin esperarte, yo también
quiero encontrarte, entre lo oculto y lo secreto, entre todo aquello que
guardamos y cuidamos.
Me atraes absolutamente,
cautivas todos mis sentidos.
Yo necesito este cosquilleo
irremediable de mariposas
batiéndome por dentro
no quiero más colores tristes,
no puedo esconderme de ti
mentirme como si no entendiera,
quiero acoplarme en una armonía
sin casualidades ni
causas perdidas.
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