Una pequeña renuncia, una nota, un pedacito del cielo que me das, adelantado a paso apuradito vas con tu camino a medio recorrer para no llegar tarde, pues tu amor te espera, en la acera de al frente, con pasos largos parece tan lejano, a la salida del camino unas niñas se sonríen con picardía, ¡se te habrá notado por la sonrisa? ¡creer que le adivinas su malicia?, pues no se han dado cuenta que vas directo a la Gloria, que un canto de encanto puro inunda tus sentidos, y la luz que emites es resplandeciente, tus miradas cruzan la estrellas, con tu paso atardecido a media hora del espacio detienes tus pensamientos y con la mente en blanco, inodora e insípida se convierte en todo lo que necesitas para entregarte en un beso que revive hasta a los difuntos. Un mundo entero pasa efímero, una vida dilata sus alas mientras y yo tiemblo esperándote del otro lado de la acera.
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