Hablar de amor no es tan fácil como sentirlo, es convencer los sentidos con palabras y nada más que eso, es cautivarte las miradas y asaltarte a mano armada un beso mientras bombardeo con ayuda de Cupido todas estas miradas que encienden, sé que muchos piensan que el día duerme por la noche, si así es, ¿por qué puedo ver el sol desde este lugar aunque todavía sea medianoche?… es como los ojos que amo, me trasladan al infinito y claro mar. Y este transportar de tiempo y espacio de palabras e intercambio,..... esta tarde pude observar cientos de estrellas brillar, mientras el sol permanecía despierto y nada era más hermoso que el brillo de tus ojos. Tan solo dime, ¿Quién pone los limites? Si eres una prueba de la existencia de Dios y, a la vez, una muestra de su grandeza, pues sólo Dios puede hacer algo tan sencillamente maravilloso, tan perfecto y tan bello. En el fondo de mi corazón, siento el latir de tu frondoso amor, bajo el llanto interminable de que te quiero como a nadie; lo que brilla en el fondo, es la luz que brota, es la placidez que nace de ambos al sentir lo mismo, al pensar y al querer como las piezas del rompecabezas que faltaban, como dos aves buscando su nido, dos seres buscando un lugar en donde renacer, un lugar en donde sentir y pensar en el mundo, en el futuro y en el amor, un Amor que se escribe con palabras mayúsculas, ese Amor de ambos que se alimenta con las palabras, con el alma y el corazón.
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