Intentando comenzar el día una vez más, fui
al espejo y pude verme detenidamente, con la sonrisa dibujada en un espacio
mínimo de 5 segundos, aun esperando que las horas sigan pasando mientras el
sale el sol, abrí mi pecho por curiosidad, marcado
de viejas cicatrices y mi cirugía de tórax, tan perfecta, tan hermosa, mi
saludable organismo se regenera con ayuda de mi alma.
Me asusté, no había
visto nada parecido a mi corazón, como podía estar viva si no podía
encontrarlo, y recordé lo que digo siempre “nada está perdido, pero en dónde
está? A dónde ha ido, no había un corazón latente en mí, ni relojes, sería mi
imaginación el tic tac que escuchaba, no había nada que hiciera un ruido
semejante, revisé por dentro una vez más!... ahora más ansiosa y preocupada, buscando
en el resto de mi cuerpo por si
se había cambiado de lugar o si se había resbalado por mis piernas… y hasta me
imagine que los calambres que me dan en las noches cuando hace mucho frío tenían
que ver con algo parecido, podía ser mi
corazón fuera de lugar, cuando pienso en ti.
Desesperada sin
importarme nada corrí tan rápido como pude, ni siquiera espere que abrieran la
puerta de tu casa para entrar, pase tan rápido que nadie pudo verme, tu casa
siempre tan sola… llegue y te mire hay dormido y me senté a la orilla de la
cama conmovida por tu rostro dormido, me senté sin el más mínimo ruido y cuando
comencé a sentir frio no pude más
que recostarme y abrazarme a tu espalda, despertaste sorprendido no necesitabas
decirme nada lo preguntaste todo con tu mirada, y con mía
desolada te enseñe que no tenía corazón, no podía entender cómo podía amarte
así sin un corazón, y tu reíste y pensaste que ya lo había olvidado, que estaba
loca, y sin parar de reír abriste tu pecho y me mostraste, que de todo lo que
has extirpado tenías un montón de corazones rojos acaparados, jajajajajaja………….
Olvide que un día te lo envié de regalo y el muy zángano quedó tan feliz
contigo que se hizo el loco y no volvió conmigo, me recordaste que funciono con
el corazón auxiliar que me enviaste de vuelta. En aquella caja tan pesada que
apenas podía levantar… Ay Anita, ay Anita. Será alzhéimer, será la edad o serás
tú amor que te llevas las pestañas a escondidas con tus besos, los corazones y
todo el amor infinito que voy guardando para vos.
TE
AMO CORAZÓN SINCRÓNICO.
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