
No sé hoy, pero ayer decidí amarte extremo y sin reservas, ni medidas de desalojo ni prohibiciones de no me toques, no me mires no me hables, sin pretextos, ni banderas sin corazones rotos, ni florecitas rosa, sin fronteras, sin tardes de lluvia, ni expectativas ni sorpresas en la calidez perfidia de tu mirada censurada, mientras voy andando esperando alerta tus nubes grises y pestañas.
Decidí amarte en los días de humedad y difícil respirar en los días que me quedan en la tediosa espera de pájaros negros prosigo, respiro, te extraño y me duele.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario